Capítulo 48

Lágrimas y más lágrimas resbalan por mi mejilla,he estado a punto de hacerlo y encima con Blas,¿por qué no he sabido parar?Menos mal que Silvia ha llegado justo a tiempo,"salvados por la campana",como se suele decir.
Silvia me abraza fuerte.
-pero tú¿qué sientes por Blas?
-No lo sé,tía.No lo sé,tengo mil confusiones.
-y¿se lo vas a contar a Dylan?
-No...-miro al suelo-no lo sé.No sé que voy a hacer.
-Debes aclararte.
-Ya,pero no sé como.
-Y yo no sé como ayudarte.Solo te puedo dar algún que otro consejo.
-¿cómo cual?
-cuando estás con Blas,¿sientes algo raro en tu cuerpo?
-Sí,noto las mariposas,el corazón se acelera y me tiembla el cuerpo por dentro.
-Pues yo ahí,lo veo todo claro.Estás enamorada de Blas.
-¿en serio?Pero yo amo a Dylan,también.
-Quizás ya no lo sientas pero en tu cabeza dices que sí.
-Jo***,¿qué debo hacer?
-Yo creo que deberías hablar con Dylan.
Suspiro.
-Está bien,hablaré ahora con él.Le llamo y se lo cuento.
-y,¿si su padre no está bien?le darías otro disgusto.
-Bueno,pues entonces esperaría.Primero le pregunto que tal está y ya.
-Vale,pues te dejo aquí sola para que puedas hablar con él.Mientras hablo con Blas.
-Vale-sonrío débilmente.
Silvia se levanta y desaparece por el pasillo.Alcanzo mi móvil y marco el número de Dylan.
Suspiro e intento calmarme,estoy nerviosa,demasiado.
Un bip,dos bip,tres bip.Cuando voy a cancelar la llamada la voz de Dylan suena.
-Hola cariño.
Sonrío al oír su dulce voz.
-Hola amor,¿qué tal estás?
-Bueno,preocupado por mi padre,ya sabes.¿tú qué tal?
-Bueno,regular.
-¿por?¿qué te pasa renacuaja?
-Pues porque debo hablar contigo,pero si estás mal mejor cuando vuelvas.
-¿de qué?Me tienes intrigado.
-Déjalo,no quiero ponerte peor.-digo con la voz entrecortada y lágrimas en los ojos.
-¿peor?¿por qué?¿estás diciendo que...?
-No,no es eso pero...bueno ya te contaré.
-Uf,menos mal.No me des esos sustos,cielo.
-Lo siento,¿qué tal está tu padre?
-Algo mejor,pero aún debe permanecer ingresado.
-¿hasta cuándo?
-Una semana como mucho.
-¿nos volveremos a ver pronto?
-Sí,mi vida.No te preocupes,como mucho una semana.
-Vale amor,te quiero.
-Y yo.Ya hablaremos.
-Vale,adiós.
-Adiós,te echo de menos.
-Y yo.
La llamada finaliza,las lágrimas siguen resbalándose por mi cara sin parar.