Silvia aparece en la puerta y observa el espectáculo que hemos montado en unos segundos.
-pero ¿esto qué eeeeh...s?-dice como Mauricio el de Aida.
Dylan para de hacerme cosquillas y ríe yo hago lo mismo.
-Pues que Dylan dice que eres....-no me deja terminar la frase.
-¿qué soy que?-pregunta Silvia con curiosidad.
-muy amable por haberla dejado quedarse aquí.
-Di que no,era otra cosa.-digo yo.
-Me imaginaba jaja.-reímos las dos.
-Ya te puedes ir.-dice Dylan.
-No quiero,he venido a salvar a la princesa del malvado dragón.-dice entre carcajadas.
-¿serás malvada?-dice poniendo cara de asesino y levantándose.
-¿Yo?Jah,el malvado eres tú.-dice alejándose.
Empiezan a correr por todo el piso yo mientras les observo riéndome.
-Pues yo me voy a desayunar,adiós.-digo dirigiéndome a la puerta de entrada.
-¿a dónde vas?-pregunta Dylan parando.
-A casa.
-No nos dejes solos.
-Sí,que así estáis mejor.-sonrío.
-No seas mala.
-Pues ven conmigo.
-Joo,quedate.-aparece Silvia.
-¿Yo?-pregunta Dylan.
Ella asiente.
-Mejor los dos.-sonríe.
-Yo tengo que hacer una cosa,así que no me puedo quedar.
-Jooo.-dicen los dos a la vez.
-Luego vengo otra vez,¿vale?
-Vale.-sonríen.
-Adiós,que os divirtáis.
-Y tú.-dicen al unísono.
Abro la puerta y salgo,cierro la puerta y paso a mi piso.
-Buenos días preciosa.-aparece Blas en boxers.
-¿te podrías tapar un poco?-le señalo.
-¿por qué?¿te molesta?
-Emms,pues no es muy normal que alguien vaya en boxers por casa teniendo compañeros de piso y menos una chica...
-Anda,tonta.Si sé que te gusta verme así.-guiña un ojo.
-Pues no,y de tonta nada.
-Lo sé,pero es en modo cariñoso.
-Pues ni aún así.
-Jooo.-pone cara de cachorrito.
-No me mires así.-digo seria sin mirarle.
-¿por qué?¿ahora no puedo hacer nada?
-No.-niego con la cabeza.
-También es mi casa.
-Pero me lo dices a mí,no es nada relacionado con la casa.
-Pero estamos en ella,así que...
-¿así que...qué?
Él se queda callado y se marcha al salón.
Voy a la cocina y me preparo el desayuno.
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